martes, 26 de junio de 2012



INTRODUCCIÓN
Esta investigación se hace con el fin de encontrar cuanto afectan los programas de televisión que ven los niños, además nos dará una muestra de que algunos de sus comportamientos se deben a la influencia de los diferentes programas.
El tiempo que un niño pasa frente al televisor es tiempo que le resta a otras actividades importantes como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social.

Los niños también pueden aprender cosas en la televisión: unas pueden ser educativas y otras inapropiadas o incorrectas. En la mayoría de las ocasiones, los niños no saben diferenciar entre los contenidos que les vienen bien y los que no, del mismo modo que su ingenuidad hace tengan dificultades para distinguir entre la ficción presentada en la televisión y la realidad.
Cuando los niños están viendo un programa de televisión, están también bajo la influencia de numerosos anuncios comerciales, algunos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas de preparación rápida y juguetes.

Los riesgos de ver demasiada televisión para los niños


Los niños que ven demasiada televisión están expuestos a un mayor número de riesgos para su desarrollo intelectual y emocional. Algunos de ellos son los siguientes:
- Sacar malas notas en la escuela. Sucede al dedicar más tiempo a la televisión que a los deberes y al estudio.
- Leer menos libros. Demasiada televisión resta tiempo a la lectura.
- Hacer menos ejercicio físico. La televisión supone un grave peligro de 
sedentarismo para los niños.
- Tener problemas de sobrepeso. El sedentarismo unido a un mayor consumo de snaks y productos calóricos durante el tiempo que pasan sentados delante de la televisión puede aumentar su riesgo de obesidad
- Convertirse en niños pasivos. La celeridad con la que pasan las secuencias de las imágenes en televisión puede hacer perder a los niños por otros juegos tradicionales, que para ellos, se convierten en lentos, aburridos y sin interés.
- Entender parcialmente lo visto. La violencia, la 
sexualidad, los estereotipos de raza y de género, y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los niños son impresionables y pueden asumir que lo que ellos ven en televisión es lo normal, seguro y aceptable. Por consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y actitudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.

 Por eso es de suma importancia esta investigación con el fin de lograr un cambio en nuestra sociedad.



ANTECEDENTES
La televisión, como medio masivo, posee características fundamentales, por medio de los cuales recibimos muchos programas, que aportan y que no aportan a nuestras vidas; existen los programas culturales que son buenos, pero una parte importante de la gente y sobre todo del público adolescente, no les da importancia.
Este medio, que llega a la mayoría de nuestras familias, en especial a los adolescentes, que se encuentran en casa sin supervisión adulta y sin una correcta preparación para el total de contenidos que dispone, puede modificar decisivamente las ideas u opiniones políticas de cada uno de ellos, mediando a corto o largo plazo, sobre sus puntos de vista y criterios sin que lo perciban, modificando considerablemente su conducta, en ámbitos sociales, familiares, escolares y sobretodo personales, especialmente en la formación de valores.
Encontramos muchos programas que gozan de la preferencia del publico adolescente, en donde los chicos se encuentran tan identificados con sus personajes que inclusive las imitan, tal es el caso, bastante percibido en la actualidad, del programa que se llamaba atrévete a soñar, en donde se encuentra un personaje llamado Antonella, cuya frase es ahora bastante repetida por las niñas que suelen decir expresiones de Oh my (Oh mai), abreviación en ingles de decir Oh my got! (Oh mi dios), en situaciones de sorpresa.
Por otro lado, se puede apreciar que existen programas y hasta películas culturales que aportan en la vida de los adolescentes, para que se interesen por aprender, especialmente por medio de imágenes audiovisuales, que puede resultar hasta más atractivo y entretenido para cultivarse, es la razón por la cual se puede dar un uso de este factor para su aprovechamiento en fines educativos.
Examinar las posibles conductas producidas por hábitos televisivos, puede abarcar a simple vista aspectos trascendentales en la vida del adolescente, encontrándonos con factores de preocupación que se generan no solo por parte de los padres, sino también de los profesores y psicólogos, por consiguiente, se considera muy importante el estudiar y analizar dicho problema, con el fin de buscar medios y formas didácticas de poner fronteras en aquella influencia negativa (palabras y gestos groseros) que los alumnos perciben y así sea eliminada en lo mayor posible, pero , de la misma manera aprovechando su preferencia para usarlo en beneficio de nuestros propósitos educativos como educadores.




PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Hoy en día los niños están inmersos en un mundo de diferentes medios de comunicación, los cuales interfieren en su educación la mayoría de las veces de una forma negativa más que en positiva.
Los padres de familia en la actualidad trabajan varias horas durante el día por lo cual casi no conviven con sus hijos, por lo que estos se entretienen en sus tiempos libres viendo la televisión sin supervisión de un adulto, sin olvidar que pasan varias horas jugado videojuegos sin ningún contenido educativo.
Los programas de televisión a los que tienen acceso los niños son caricaturas violentas, sin valores, con lenguajes inapropiados y sin un mensaje positivo, los cuales los niños siguen de modelo por aparecer en estos personajes que los niños admiran por ser súper héroes, los imitan mediante actitudes violentas y lenguajes inapropiados.
Por lo planteado anteriormente debemos de tener presente que la educación de los niños ya no solamente depende de la familia y de la escuela ya que la mayoría de horas del día los pequeños están bombardeados por todos estos mensajes que provocan aprendizajes irrelevantes y conductas inapropiadas en ellos.


HIPÓTESIS
La tecnología trajo a nuestras casa aparatos que nos ayudan a realizar las tareas del hogar con mejor eficiencia, rapidez y sencillez, a demás de darnos más descanso, ya que no tenemos que estar tan pendiente de las tareas del hogar, porque sencillamente podemos delegar eso a unas maquinas, que lo harán sin ninguna queja…pero, a demás de beneficios, también trajo, desventajas; estas desventajas que digo, las comentare de los medios masivos de comunicación, para ser más exacto, lo diré desde la televisión.
Los niños son los grandes explotados por la publicidad en la televisión. Los fabricantes de juguetes ganan millones cada año por lanzar al mercado sus productos para niños. Los fines de semana y las vacaciones son sus temporadas preferidas, cuando se generan aún más beneficios económicos. Además, la publicidad televisiva proyecta estereotipos relacionados a aspectos raciales, sociales, culturales, sexuales, así como también hábitos alimentarios.
Según estudios norteamericanos, se emiten una media de 23 publicidades por hora, que sugieren cereales, galletas, comidas rápidas, refrescos y golosinas. Ese excesivo número de anuncios comerciales que sugieren alimentos está relacionado con la obesidad infantil. Por otra parte, la exagerada representación de imágenes corporales perfectas puede contribuir al problema de la anorexia nerviosa, sobre todo, en adolescentes, debido a la ansiedad que provoca. Si un niño con sobrepeso aprende en la televisión lo importante que es mantener la forma de una manera exagerada, va a desarrollar complejos y consecuentemente seguirá los consejos y las dietas que digan en la televisión, aparte de los valores erróneos que estará asimilando.
Mas que la mitad de la publicidad contiene información errónea, engañosa o ambas, pero que los niños creen como verdadera. De tal manera que, la televisión no sólo ofrece sino que impone experiencias y condicionantes a nuestros niños, pues ellos son el principal blanco hacia el cual van dirigidos la mayoría de los anuncios comerciales.
Es inevitable no tener un tv en casa, todos tenemos, aun más, cuando hay niños en casa, y no solo tenemos una sino que en varios casos tenemos dos o tres, hasta cuatro televisores, donde cada individuo de la casa puede ver el programa que el desee y no tenga que ir a interrumpir el programa a otra persona, se personalizo la forma de ver tv en casa, cada uno ve lo que quiere, pero ¿qué pasa cuando hay niños en nuestras casas, y aun más cuando estas son pequeños? La televisión puede ser una buena acompañante para aquellos niños que los dejan solos en casa o que durante el día después de realizar las tareas del colegio, tienen tiempo libre para hacer lo que ellos quieran, y ese tiempo en que ven televisión lo usan para ver los programas que ellos eligen ¿pero cuáles eligen? Cada niño elige algo diferente, porque son diferentes, unos elijaran anime, caricaturas, películas, dibujos animados que cada uno de ellos tratan de temas de aventuras, chistes, un poco de acción, etc, y estos temas son elegidos por factores de cercanía o solo gusto.



MARCO TEÓRICO
El tema ya expuesto, resulta bastante familiar ya que la televisión es considerada hoy en día el medio de comunicación con mayor fuerza socializadora. Su gran influencia, así como su masiva utilización en la sociedad en estos tiempos, lleva a considerar la importancia de revisar sus efectos e influencias; junto a otros medios de comunicación que hoy en día la Globalización y el avance de la ciencia y la tecnología nos trajeron.
Son muchos los autores que han reflexionado sobre el mencionado tema, así como las experimentaciones e investigaciones realizadas al respecto dentro y fuera de nuestro país y que aportan importantes fuentes de conocimiento sobre el tema. 

Cebrián DS, M. (A1): "La interpretación de los mensajes televisivos por la infancia", Comunicación, lenguaje y educación, Málaga, (1991); nos dice que dice: "La televisión no emite sus mensajes en un vacío ideológico y los espectadores no son meros sujetos pasivos de tales discursos". Por el contrario algunas posturas resaltan los efectos nocivos de la televisión, efectos tales como la pasividad y adicción que pueden producir en el niño dicho medio. La disminución de su actividad normal de juego y otros efectos de tipo psicológico y comportamental. Tal es el caso de la autora Alejandra Vallejo Nájera, que en su obra "Mi hijo ya no juega, sólo ve la televisión" nos habla de los efectos nocivos de la televisión, los cuales se acentúan en los niños.
Por lo tanto, en esta manera de entender el mundo, la participación guiada del adulto es fundamental ya que Según Rogoff,B (A2) Aprendices de pensamiento. (1993): "La participación guiada implica colaboración y comprensión compartida en las actividades rutinarias de resolución de problemas. La interacción con otras personas apoya a los niños en su desarrollo, guiando su participación en actividades relevantes, contribuyendo a adaptar su comprensión a las nuevas situaciones, estructurando sus intentos de solucionar los problemas y asistiéndoles cuando han de aceptar responsabilidades en la resolución de problemas. 

Con respecto a los contenidos violentos que hay en la televisión; García T., M., (A3) Los programas de televisión y la conducta del niño (1999), afirma que Los programas de televisión están dirigidas preferentemente al entretenimiento, quedando rezagados de los programas de información educativos y culturales, esta debido a que la televisión sirve al publico en general, descuidando al sector infantil.
Los niños gastan una gran cantidad de tiempo al frente del televisor, tanto o mayor del que pertenecen a la escuela.

Se pueden  encontrar  artículos  interesantes al respecto de los rating de audiencia en donde nos dice que la televisión gira en torno a un paradigma muy peculiar llamado Rating, donde las personas le rinden un  tributo y de él depende que un determinado programa, seriado o telenovela sobreviva en la pantalla chica y se convierte en el verdadero dolor de cabeza de muchos productores , directores, actores, que ven irremediablemente como sus programas mueren prematuramente o por el contrario con beneplácito son testigos de la acogida, a veces inesperada de los mismos.
El alto número de horas diarias dedicadas a los medios de comunicación  sin la adecuada supervisión adulta y la falta de comunicación con su medio social, es decir, padres, familiares y profesores de los estudiantes lo cual permite que dichos alumnos imiten hábitos y costumbres exhibidos en la televisión o en los distintos medios y consideren como modelos a seguir a personajes televisivos de series o programas de moda.
Los estudiantes tratan de imitar la manera de vestir y hasta el habla de personajes populares de programas de moda en la televisión. Hoy en día tanto niños como jóvenes se preocupan en mantener una apariencia estética muy alta requerida en televisión como la condición delgada, llegando a alterar sus hábitos alimenticios.
Los alumnos presentan un buen nivel de conciencia ante la calidad televisiva en el Perú, pero no le dan mayor importancia así la consideren mala.
Además se expresa que “un programa tenga un alto Rating no implica que sea de buena calidad, en muchas ocasiones la calidad no comulga con el ratings y paradójicamente se dan casos difíciles de asimilar. Teniendo en cuenta que la audiencia ha aprendido a discernir y criticar el producto televisivo que consume, se presume que a falta de alternativas escoge "lo mejor de lo peor".
Cada año todos los canales tienen preparada su artillería pesada, y tienden a guardar hermetismo sobre algunas de sus producciones. En esta batalla por el Rating, en la que muchas veces la calidad no está implicada y las preferencias de los televidentes son tan disímiles y variadas no se ha escrito la última palabra, siempre habrá sorpresas y seguirán aplicando aquellos dichos que rezan: "Entre gustos, no hay disgustos", y "El televidente siempre tiene la razón".
La televisión tiene una gran fuerza expresiva, porque se basa en la imagen y esto es muy eficaz para interiorizar los mensajes ya que se meten directamente en el subconsciente. Son imágenes con color, música, presentan la realidad con movimiento, “viva”. En los años setenta surgió la televisión en color y aumentaron las ventas de aparatos televisivos, y este incremento de la demanda favoreció la producción en cadena, acercando los aparatos a esos sectores de la sociedad para los que antes hubiera sido imposible el acceso a los mismos. La televisión es un gran espectáculo que a su vez integra otros espectáculos como el teatro, el deporte, la música, el cine, con lo cual tiende a refrenar la independencia de estos últimos.
En la sociedad actual, el Medio de Comunicación por excelencia que nos invade por todos lados y que prevalece sobre los demás es el medio audiovisual, ya sea cine, teatro o el principal de todos: la televisión, que es en el que nos vamos a centrar aquí, ya que posee todas las principales propiedades del resto de Medios de Comunicación audiovisuales.
 La sociedad evoluciona a un ritmo endiablado, pero sin embargo la Escuela está mucho mas estancada, en parte porque la mayoría de los profesores siguen utilizando como materiales fundamentales a la hora de plantear sus clases la pizarra, la palabra y los libros de texto. Sin embargo existen multitud de recursos y materiales que podemos incorporar a nuestras clases, y uno de esos recursos es la televisión, y si poco a poco la vamos introduciendo la educación se irá acercando mucho mas a la sociedad actual, que vive frente al televisor, que la educa tanto en modas como en valores.
Trejos, Dittiel. (A4) La televisión como recurso humano. 1990, dice que , los creadores de la televisión desde sus inicios se han preocupado por atraer la atención de sus televidentes creando nuevos programas, personajes, y11 héroes. La televisión es uno de los medios de comunicación de masas, como nuevo elemento supera todas las posibilidades de éstos y puede ser utilizado como un excelente agente de cambio en el proceso educativo, a la vez se constituye en un medio trascendente para la creación y recreación de relaciones abiertas, cuestionándolas, motivadoras, creativas que impulsarán al niño a enriquecer su formación asimilando mejor los conceptos al presentarle los sonidos e imágenes simultáneamente.
 A pesar de que la sociedad vive sumergida en una vorágine de imágenes y sonidos, aparatos táctiles y multimedia por todos lados, la mayoría de las clases se siguen dando con los libros como base y protagonistas, pero hoy en día ya no está la información de manera exclusiva en los libros, por  lo que hay que presentarla proveniente de diferentes fuentes, por lo que hay que educar a los alumnos en que busquen información en programas televisivos, pero siempre dando los objetivos del tema concreto que se quiere trabajar. 
 Algo a matizar es que la televisión no debe entrar en la escuela de manera puntual y extracurricular, sino que lo que hay que  hacer es introducirla de manera específica y explícita en el currículo, como herramienta de trabajo para el alumno y con sus temas de estudio específicos, con objetivos, contenidos, criterios de evaluación, etc.
 La televisión es un medio que es familiarmente aceptado, estando totalmente incorporada en nuestras vidas y del cual no nos planteamos si es conveniente o no ver todo lo que en ella aparece, no posee un matiz claramente negativo, un programa tiene que ser muy “nocivo” para que sea realmente rechazado por los espectadores de manera global, ya que a veces ocurre que cuanto peor es un programa, siempre hablando a nivel cultural, mas espectadores tiene, de ahí que no es de extrañar que a la televisión se le llame la caja tonta.
 La presencia que la televisión tiene es enorme, hay familias que no van al teatro, no leen el periódico, no escuchan la radio, no practican deporte, pero si que tienen la televisión encendida prácticamente todo el día, con lo cual la única información que entra en la casa del exterior proviene de este medio. 
 Hay veces que la televisión ejerce un papel de cuidadora de niños, ya que existen multitud de familias en las que tanto el padre como la madre trabajan fuera de casa, y los niños, tras llegar del colegio, pasan toda la tarde frente al televisor “tragándose” todo lo que de ella sale, sin que nadie regule de una manera seria los tramos horarios y los programas que sería conveniente que aparecieran en esos tramos, e incluso los que no deberían aparecer.
Levine, M.(A5), La violencia en los medios de comunicación: cómo afecta al desarrollo de los niños y adolescentes. (1997), enuncia que el niño, después de observar episodios violentos, puede que no actúe violentamente pero esto no significa que no haya aprendido una solución agresiva. A medida que son mayores, la conducta agresiva refleja más estilo interpersonal que cada uno está desarrollando. Hay variables importantes en la eficacia de un mensaje de los medios de comunicación.
 Los programas de televisión en los horarios de mayor audiencia muestran alrededor de cinco escenas violentas por hora, y los dibujos animados veintitrés escenas por hora. Se ha descubierto que las personas que ven mucha televisión son más temerosas e inseguras, esto ocurre tanto en adultos como en niños. En general se nos presenta una idea equívoca y pesimista del mundo, lo cual afecta más a los niños pues tienen menos fuentes de información.

Si bien no se puede establecer una relación de causalidad entre la TV y el comportamiento agresivo (Hoffman, 1997), se sabe que sus efectos no son triviales y pueden provocar incluso la muerte, entre otras tragedias (Levine, 1997).
Además tenemos que tener en cuenta que la televisión es una de las principales actividades de ocio de los jóvenes, y que frente a  ella pasan muchas mas horas que estudiando o en el colegio, junto con otros medios de gran calado entre ellos como son los teléfonos móviles, los videojuegos, etc. 
 Esto se pone de manifiesto si se escuchan las conversaciones de los jóvenes, que hablan continuamente de lo que ha pasado en la serie que vieron el día anterior, de los expulsados de la casa de cualquier famoso “reality”, que quién baila o canta en tal otro, o de qué pareja se ha separado o se han vuelto a juntar, que han visto en el programa del corazón correspondiente, de la novela de la tarde anterior, etc.
 Lo que si que tenemos que tener claro como punto de partida en relación con la televisión es que la educación tiene que integrar su uso en la labor formativa dentro de las aulas, ya que es un medio al que todos los estratos sociales pueden acceder, siendo básica en nuestra vida cotidiana, y esto puede hacer que lleve a una formación adecuada, siempre que se elaboren programas televisivos culturales con cierto sentido, a las capas mas bajas de la sociedad, que de otro modo no accederían a esa cultura o educación, lo que podría hacer que las diferencias sociales debidas a los desequilibrios económicos se aminoren. 
 Una de las cualidades que mas nos pueden favorecer a nosotros a la hora de utilizar la televisión en nuestra aula es la capacidad que tiene de formar de una manera motivadora, ya que todo lo que sale por la pantalla atrae mas al alumno que si se le presenta de otra manera, y lo mismo pasa con el cine, por ejemplo una buena película histórica, que esté bien documentada, con escenarios adecuados, con vestimentas acordes con la época, etc. puede enseñar mucho mas  a un alumno que diez horas de clase magistral en el aula. 
Por otro lado y siguiendo la Teoría del Desarrollo Cognitivo de Piaget (A6), 1993), la cual ha centrado sus investigaciones en el estudio preceptivo y el comportamiento de la atención de los espectadores infantiles en programas televisivos, podemos concluir que el niño aparece como un agente activo que desarrolla más eficazmente las habilidades cognitivas mediante la maduración e interacción con el entorno. Estas habilidades se van incrementado en el niño con la edad de tres formas: Mediante la discriminación de imágenes y palabras; a través de la relación entre unidades visuales y sonoras y por la habilidad para integrar acontecimientos ocurridos en secuencias temporales diferentes. 
 De hecho hay muchos comportamientos, ya sean tradicionales o actuales, muchos valores sociales, costumbres, etc. que tanto los sujetos jóvenes como los adultos copian de la televisión, tomando como ejemplo lo que en ella ven y reproduciéndolos hasta llegar a crear auténticas tendencias; la mayoría de las veces no se paran a pensar el porqué se actúa de una manera determinada que previamente se nos ha mostrado en la televisión, se acepta y se supone que el comportamiento es adecuado, porque sale en la pantalla.
 En este aspecto hay que tener en cuenta que los estereotipos y las conductas reproducidas no siempre son modelos que se deban seguir, ya que en la televisión o el cine se pueden aprender conductas sexistas, violentas, temerarias, con falta de valores, y que se pueden repetir ya que aparecen como algo normal en los distintos programas que vemos a diario, por lo que se hace necesaria una intervención para crear espectadores críticos, y que no se vea todo lo que pasa por las distintas cadenas, y a lo que se vea, hay que darle una interpretación correcta, no medirlo todo con el mismo rasero.
 Además, de manera semejante a como pasa con otros Medios de Comunicación, como por ejemplo con la publicidad, todas las personas no asimilan lo que se observa a través de la pantalla de la misma manera, una escena violenta por ejemplo no afecta lo mismo a un niño pequeño que a un adulto, o a una persona “normal” que a una persona con trastornos de personalidad. Siempre va a tener  una interpretación para cada individuo, que va a depender de muchos factores, como su experiencia personal en respecto a lo que está viendo por la pantalla, el sexo, la edad, el nivel económico o el nivel cultural, la raza, etc. 
 Tenemos que tener claro es que el poder de la televisión es enorme, de manera que cuando un determinado programa, serie, documental, película, etc. logra captar la atención del televidente, se da una situación en la que todo lo que sale se asimila tanto de manera consciente, cuando atendemos al tema o a lo que se esté viendo, como de manera inconsciente, en referencia a todo lo “oculto” que aparezca en el programa, como mensajes subliminares que sin que nos demos cuenta nuestro cerebro va almacenando e incorporándolos a nuestro comportamiento.
 En estratos sociales “bajos” o desfavorecidos, con la televisión pasa como con otros Medios de Comunicación, que hay personas que no tienen acceso a otros como puede ser el ir al cine, al teatro, al zoológico, visitar museos, viajar a otras ciudades, etc., pero sin embargo gracias a la televisión y al vídeo, pueden ver reportajes y documentales que les transporten a lugares que de otro modo nunca visitarían, verían animales de otra parte del mundo; por lo que en este caso la labor que puede hacer la televisión a la hora de formar a personas sin recursos es impagable, siempre que esas personas sepan analizar los programas que pasan por sus manos. 
 En este aspecto la televisión juega a favor de la educación, ya que por ejemplo con un reproductor de vídeo podemos repasar un contenido todas las veces que queramos, cosa que por ejemplo es muy útil a la hora de aprender idiomas, ya que podemos perfeccionar la pronunciación viendo la grabación una y otra vez en el contexto en el que se desarrolla la conversación, y además lo podemos hacer de un nativo del idioma elegido. Es verdad que esto también se puede hacer mediante un reproductor de CD´s y el Cd correspondiente, pero como hemos dicho ya, la motivación del alumno ante el sonido y la imagen no es la misma que ante la imagen solamente, lo cual mejora considerablemente el rendimiento, la memoria, etc.
Vilches, (A7) L. La televisión. Los efectos del bien y del mal. 1993 habla de los usos de la televisión: diversión o entretenimiento, utilidad social e información. Los medios en general se usan con un fin específico, la audiencia selecciona el medio y los contenidos según sus necesidades, hay quienes prefieren informarse y otros ven series porque les gusta identificarse con la realidad en ellas representada. Así, los hombres de clase social alta suelen ver programas de actualidad, informativos, deportes y concursos; mientras que las mujeres con un nivel de educación bajo, de una clase social inferior y que no trabajan, ven más televisión que los anteriores y ven series, películas y programas infantiles. La tercera edad ve todo tipo de programas, y junto con las personas de menor nivel intelectual, son los que más tiempo ven la televisión, porque es su forma de entretenimiento y es su medio preferido de ocio. Gran parte de los adultos utilizan la televisión a falta de compañía para no sentirse tan solos. También hay otras actividades sociales para estos usos, como los hobbies, los amigos, la familia, etc.

La sociedad en la que vivimos actualmente es una sociedad básicamente consumista, pues bien, la televisión tanto con sus  programas como con la publicidad que las grandes empresas insertan en ella, fomenta  este consumismo irracional y salvaje, con lo cual, aquí también se debe realizar una formación adecuada para que el telespectador sea lo suficientemente crítico y sepa discernir una información válida de otra no tanto, y una necesidad primaria de un capricho.
 De hecho, los indicadores mas utilizados para clasificar los programas son simplemente las audiencias, no se agrupan los programas por mas culturales o educativos que otros. Esto viene dado porque las empresas que se publicitan en la televisión prefieren colocar su publicidad en tramos en los que las audiencias son mayores, sin importar el programa que haya, estudiando simplemente la audiencia que tenga y obviando los contenidos; y las mismas televisiones también cobran por esa publicidad según la hora a la que se emita el anuncio.                                   
 En esta línea los pocos programas educativos que existen en nuestra televisión se colocan en las parrillas televisivas de menor impacto, las que tienen menos espectadores potenciales, que precisamente son los  que buscan realmente esos programas y no se tragan cualquier cosa, pero esto para el negocio televisión-publicidad no es tan rentable.
Resultan interesantes las sugerencias que ofrecen Muñoz y Pedrero (A8), en Comunicación, La televisión y los niños, 1996, cuando señalan las bases para una programación infantil y juvenil. Al respecto indican: Promover fórmulas de acción alternativas a las que imponen las producciones norteamericanas y japonesas; Adecuar algunos formatos y géneros poco utilizados por productores y programadores (documentales, teatralizaciones, recreaciones...) para captar el interés de los niños. Hay un inmenso caudal narrativo en la literatura, leyendas y tradiciones populares para abastecer de imágenes y mensajes sugestivos cualquier parrilla de programación.
Incluir en las historias, películas y series animadas personajes con sentimientos y matices que no se limiten a los estereotipos de la violencia y el instinto. ; Prestar atención a la estética de los escenarios, los decorados, los grafismos.; Existen multitud de propuestas que pueden recabarse de las asociaciones de padres, educadores y centros docentes. Solicitar la participación y aportación de ideas a artistas y creadores de las más variadas ramas: escritores, guionistas, poetas, filósofos, cantantes, etc.
La mayoría de los telespectadores no hacen uso de estos programas, de ahí el que sean mínimos, lo justo para que las cadenas justifiquen que sí que tienen ese tipo de programas en sus programaciones, que tienen variedad con espacios tanto culturales como de entretenimiento, pero realmente no les dan toda la importancia ni ponen en ellos todo el interés que se merecen este tipo de programas.


Según Jorge Valverde (1999), el niño se interesa más por aquellas actividades que implican poco esfuerzo mental y en menos tiempo, es decir que puede presentar una actitud pasiva dentro del aula, caso contrario a esta falta de concentración, que lo inducen a estos comportamientos como: hiperactividad, inquietudes y de aburrimiento.
La televisión ocupa un espacio preferencial en el hogar y en la familia y sin embargo, la culpabilizamos de muchos males y desaciertos educativos y éticos de los niños y las niñas. La pasividad del niño frente a la pantalla chica no corresponde a la verdad. El niño está muy activo frente a la pantalla chica y su genialidad se potencializa y actualiza con las imágenes móviles.
Los padres ejercen menos control sobre los programas que el niño ve (la mayoría no van destinados a los niños) a medida que el niño se hace mayor esto se suma al hecho que los padres están cada vez menos tiempo con los niños. Todo esto, ha llevado a investigar, debido a la preocupación de los padres, educadores y psicólogos, los efectos tanto negativos como positivos de la televisión en las diferentes áreas del desarrollo del niño.
Los administradores educativos y docentes deben aprovechar la televisión como un recurso didáctico en el aula, con ello ir transformando al niño en un ser más participativo, observador, analítico y crítico de experiencias.
Greenfield, P(A9). El niño y los medios de comunicación. 1984, no sólo analiza los efectos negativos de la televisión en los niños, también ve los efectos positivos que tiene. La televisión puede servir para el aprendizaje y el desarrollo del niño y a veces puede cumplir ciertas funciones mejor que los textos escritos. Hay que enseñar a los niños a diferenciar entre realidad y fantasía, porque ellos no saben, piensan que todo es verdad por lo que les influye tanto. Los niños tienen que aprender a ver la televisión y a descifrar los mensajes con el tiempo y la experiencia, y esto supone un desafío mental. Hay programas como Barrio Sésamo que son muy beneficiosos. Por una parte, atrae la atención porque hay muñecos y dibujos animados, y por otra parte, utiliza un método que hace que los niños aprendan mucho mejor, que es relacionar el concepto que se quiere enseñar con algo que el niño ya conoce.
Por supuesto, la televisión también tiene efectos nocivos. Puede provocar una actitud pasiva, pues al ser una actividad meramente receptiva no supone ningún esfuerzo y anula la iniciativa del niño. La televisión presenta estereotipos como los de los diferentes papeles sexuales del hombre y la mujer porque limitan la percepción de la realidad y restringe los puntos de vista.
La publicidad puede ser muy nociva para los niños porque les manipula, las imágenes y la forma de presentar los productos les hace desearlos pero ellos no saben que se losa están intentando vender y los niños exigen a sus padres que se los compren.

Nos encontramos enfrentando una época donde lo único constante es el cambio, lo cual nos plantea grandes retos y transformaciones. Los cambios que se exigen a nuestro sistema social, económico, político, ético cultural, natural y particularmente al educativo, requieren de profesionales no sólo decididos, sino adecuadamente preparados para enfrentar tales desafíos. El administrador educativo debe estar capacitado tanto para visualizar claramente los desafíos, como para orientar los esfuerzos.
A la hora de ver que es lo que un niño aprende de la televisión podemos decir que mucho mas de lo que nos creemos, encontrándonos a veces que no es raro ver a un niño opinando o haciendo algún comentario en referencia a algún tema que no haya oído nunca en la escuela, ni haya hablado con sus padres, de manera que los padres o profesores se quedan sorprendidos, pensando que dónde habrá aprendido eso, y es que por muy pequeños que sean, los niños aprenden de todo tipo de programas, sean educativos o no, de manera que actúan a veces como ven en televisión, hablan como los protagonistas de los programas que mas les gustan o reaccionan ante determinadas situaciones que se les plantean por primera vez como alguien que han visto que reacciona así en la pantalla. 
 La televisión ya gusta a los niños mucho antes de que sepan hablar o entender todo lo que se dice en sus programas, ya que ellos ven imágenes de muchos colores, oyen personas hablar, escuchan música y sonidos que también oyen en casa o en su entorno y otros que no han oído nunca y suponen una novedad, lo que todo en conjunto hace que les sea enormemente atractiva, por lo que  ya desde temprana edad la televisión empieza a “reclutar aficionados”, que en un futuro se entretendrán, aprenderán, reirán y lloraran, trasnocharán con ella durante casi todo el tiempo que estén en casa.
 A la hora de trabajar con la televisión, no sólo tenemos que formar espectadores críticos, sino que también hay que enseñar a los alumnos que no todo lo que produce la televisión es negativo o dañino, sino que existen una gran cantidad de programas que merecen la pena, y que tienen un aspecto de entretenimiento que también hay que apreciar, de manera que se pueda disfrutar de la televisión o el cine, sin olvidar que la televisión puede educar en muchos tipos de contenidos (por ejemplo en ciencias naturales con los documentales biológicos, en historia con los documentales históricos, etc., en historia del arte con los videos que pueden recorrer los distintos museos, etc.) y también en valores, los cuales los jóvenes van obteniendo e incorporando a sus comportamientos de manera progresiva y sin apenas darnos cuenta.
 Unificando todo en una sola máxima, lo que podemos afirmar es que tanto la Escuela como la televisión, ambas en colaboración,  lo que deben hacer es crear espectadores críticos e inteligentes, de manera que sean capaces de elegir los programas que les interesen, y no consumir programas de manera indiscriminada. 
Los niños y la televisión, según las investigaciones de Schramm, Lyle, Park (A10) al respecto de la migración y e poder de los medios, 1960, Los efectos de la televisión en los niños se empezaron a estudiar cuando los hábitos de los niños cambiaron con la llegada de la televisión. De las conclusiones que sacaron en su investigación se puede decir que el niño es un usuario precoz y que ve más horas de televisión conforme aumenta su edad. El niño usa la televisión según la edad, el sexo y su capacidad intelectual. Sus gustos son: Según el sexo, los niños ven dibujos animados, películas de aventuras y del oeste; y las niñas ven programas con temas amorosos y familiares y les interesan más los problemas de los adultos. Según la clase social, los niños de clase obrera ven más programas de entretenimiento y relacionados con la fantasía. Según el nivel intelectual, los que lo tienen más alto ven menos la televisión y son más selectivos que los de nivel bajo y también usan otros medios. La familia es también un factor determinante para la selección de los gustos televisivos infantiles. Los niños encienden el televisor para divertirse, la fantasía les produce placer porque se identifican con los personajes y héroes. Los fines didácticos se incluyen en los programas de diferentes tipos y están encubiertos para evitar el rechazo del niño. Para Schramm la televisión también tiene su lado positivo, porque a través de ella, los niños conocen personajes y acontecimientos del mundo a los que no tendrían acceso de otro modo.
La comprensión de los mensajes aumenta con la edad, van aprendiendo a ver la televisión cuanto más la ven. La televisión posee la peculiaridad de presentar estímulos visuales y auditivos, los cuales son más efectivos que los visuales o auditivos por sí mismo, por ello un medio sumamente eficaz en comparación con los demás medios de comunicación social.
La televisión se impone sobre otros medios y deja atrás al cine por penetrar en el hogar, en la vida diaria y llegar a formar parte del cúmulo de hábitos de cualquier hombre de nuestra época, la televisión está en el hogar, solo se necesita encenderla.
La televisión cuando se utiliza para fines educativos es bastante eficaz en lograr la atención y memorización sobre el material en ella presentado, según las cuatros categorías propuestas por Schramm, la televisión posee tres de ellas que son:
1.    ESPACIO-TIEMPO
2.    PARTICIPACIÓN
3.    RAPIDEZ
Esto demuestra la eficiencia del medio.
Espacio-Tiempo: La televisión actúa de forma combinada, ella posee cierta efectividad en cuanto a la percepción, en el cual rige el principio de que mientras mayores vías de entrada posee la información más efectiva será la percepción del mensaje, los medios combinados como la televisión son de mayor eficacia, tanto en la percepción a aprendizaje y memorización, esto tiene gran aplicación a nivel educativo.
Participación: En la escala de participación del comunicador, elaborada por Allport Cantril, la televisión ocupa el séptimo lugar, mientras mayores participaciones mayores serán las influencias.
Rapidez: La televisión y la radio son los medios más rápidos, los medios rápidos impiden que el comunicador pueda dedicar el suficiente tiempo para que el mensaje sea comprendido y meditado por el receptor, los medios radios y televisión prácticamente someten el receptor a un bombardeo de mensajes.
La cuarta categoría es la permanencia de la cual posee la televisión. La televisión posee la características de combinar estímulos visuales y auditivos, una Organización en el espacio y en el tiempo que le da una gran efectividad, es un medio de participación media, en comparación a la conversación cara a cara y los libros, más cercano a la conversación personal. El medio televisión es de una gran rapidez lo cual impide una buena labor de crítica y discernimiento en los mensajes.
Esta característica unida a la poca permanencia, la cual dificulta la posibilidad de recapitular y recibir nuevamente el contenido, hacen de la televisión un medio especialmente efectivo para la transmisión de mensajes dedicados a la convicción, cambio por parte del receptor.
Está demostrado que el contenido de los mensajes de la televisión, sobre todo en el mundo occidental y m{as aún en los países subdesarrollados, es de baja calidad artística, con altos contenidos de violencia, agresión exaltación de valores que no están de acuerdo con los intereses de nuestra sociedad. La exaltación del individualismo, el énfasis por el dinero y los bienes económicos, etc. La televisión ayuda a la formación de imágenes estereotipadas con respeto a profesionales, grupos étnicos, religiosos o políticos. Las ideas son importadas.
En muchas ocasiones el material presentado por la televisión no resulta beneficioso para el público receptor. Los mensajes transmitidos no demuestran ningún esfuerzo creador por parte de las plantas, más que el de preparar un cuarto de condiciones de situar a las personas frente a las cámaras. Aunque el número de programas en vivo ha aumentado, no cubre todavía la mitad de la programación. Seguimos recibiendo mensajes que nos pertenecen, que no van de acuerdo a nuestra idiosincrasia, pero sin embargo asimilamos y retenemos. Inclusive se pensó que al comprar el canal 8 se comenzaría a hacer en Venezuela una televisión distinta; se realizaran programas de los nuestros, en realidad se daría comienzo a una innovación en cuanto a la televisión en nuestro país. Sin embargo nada ha cambiado, por el contrario, el canal 8 se ha convertido en un órgano publicitario de las campañas electorales. Esta situación ha causado gran preocupación a la personas del medio televisado.
La televisión ejerce gran atractivo y ha desplazado en cuanto a preferencia del público a los demás medios. La televisión pone en juego varias motivaciones que son aprovechadas por quienes lo utilizan para la venta de productos, así como la implantación de ideas políticas o sociales. El público prefiere a la televisión. No necesita de una determinada edad para ver la televisión.
La audiencia es mayor en la clase pobre, atrayendo también gran parte de la media, esto varia; interviniendo otros factores como la edad, sexo, clase social, instrucción. Ellos son determinantes importantes en la preferencia, hora de audiencia y los efectos, los promedios de audiencia, en cuanto a la duración de la observación, vacían según los diferentes países así como los hábitos de ver televisión.
Los motivos por los cuales se ve televisión varían desde simple diversión hasta casos de completa adicción, en esto influye la personalidad del individuo y el medio ambiente que lo rodea.
La televisión es el medio que cuenta con mayor audiencia, pero antes de contribuir al desarrollo cultural, social, económico y personal de sus perceptores, les distrae de tareas más alentadoras, mientras mayor sea la educación menos se ve televisión.
Los efectos que ejercen la televisión verán en grado y calidad, en distintas áreas, pueden ser meditados o inmediatos. Tal efecto se puede estudiar a dos niveles; Sentido General y Limitado. El Sentido General se refiere a la acción en la cual no puede ser concretada a ningún área específica.
En Sentido Limitado los procesos que se desarrollan en la fase postcomunicativa como consecuencia de la comunicación colectiva, y por otra parte en la fase comunicativa propiamente dicha, a todos los modos de comportamiento que resultan de la atención que presta el hombre a los mensajes de la comunicación colectiva.
Todos los medios de comunicación son utilizados con efectos pocos productivos para lograr desarrollar el potencial cultural de nuestros pueblos. No se trata solo de comunicar, sino de controlar las reacciones del receptor.
Los efectos pueden ser considerados:
1.    Según temporalidad: mediatos e inmediatos
2.    Según las consecuencias: positivos y negativos
3.    Según la intensidad
4.    Según el área de acción: sobre el comportamiento, saber, opiniones y aptitudes
Uribe, P., Schoefeldt, A., Benavides, S. y Muñoz, P. (A11). La televisión y el aprendizaje en preescolares. Revista de pedagogía FIDE, 1996, habla sobre la televisión que parece constituir un estímulo importante en el desarrollo de la capacidad de comprensión lectora al favorecer la adquisición de destrezas cognitivas y lingüísticas, sobretodo en niños de nivel social bajo, que proveería los contenidos que no pueden extraer de su medio, y en niños con un CI relativamente bajo. Los logros de aprendizaje a partir de programas culturales o de entretención son incidentales.
El docente es el que debe elegir los programas o las secciones de los mismos que crea que le pueden ser útiles a la hora de utilizarlos en el aula, dependiendo de la asignatura en concreto; es el profesor el que tiene que darle valor a ese programa, ya que la mayoría de las veces por sí solos no son tan educativos, son entretenidos, eso siempre, pero para que el alumno aproveche realmente un programa a veces hay que darle unas pautas de trabajo y aclarar algunos conceptos.
 De todas maneras, del gran abanico de programas que existen en las parrillas de las televisiones, ya sea por el tipo de programa, por la tipología de los contenidos que presentan, por el vocabulario y las expresiones que emplean, etc., muchos pueden ser empleados en la Escuela en distintos niveles a la vez, de manera que se trabajen contenidos que se encuentran presentes en el currículo.
 Un ejemplo de este tipo de programas es el conocido “Cifras y Letras”, que a pesar de los años aún subsiste en la parrilla, sin  que lleguen a eliminarlo definitivamente, y sigue gustando tanto a jóvenes como a mayores, donde existe un punto común de encuentro donde todos tienen cabida  y pueden participar independientemente de la edad, por la facilidad de las pruebas: obtener un número con operaciones básicas a partir de unos números dados de manera aleatoria, u obtener una palabra con nueve letras dadas al azar entre vocales y consonantes.
 Otro ejemplo de programa cultural que también lleva muchos años en antena y resiste como el primer día es “Saber y Ganar”, programa de preguntas y respuestas que no tiene precisamente una buena colocación en las parrillas de las cadenas, debido a su horario de sobremesa, pero que resiste tras muchos años y a pesar de que las preguntas que plantean en general no podemos considerar que sean fáciles, pero es un tipo de programa que no se ve muy a menudo en las televisiones y la audiencia los acepta de una manera muy positiva.
Actualmente, el tema de la violencia en la televisión ha generado gran preocupación, debido a que estimularía la conducta agresiva en los niños, los cuales pasan muchas horas frente al televisor viendo programas infantiles, o para adultos, siendo los primeros seis veces más agresivos. Entre los actos violentos que son vistos por los niños están: asesinatos, guerras, puñetazos, golpizas, cuchilladas, balaceras, patadas, accidentes violentos y destrucción de propiedades, entre otros. Los niños que ven violencia en la pantalla se comportan más agresivos sin importar su localización geográfica, su sexo, su nivel socioeconómico o si tienen problemas emocionales. Este efecto es interdependiente, es decir, los niños agresivos eligen programas violentos y aquellos que ven estos programas, son más agresivos. La televisión fomenta la conducta agresiva de dos modos, o imitan el modelo que observaron y llegan a aceptar la agresión como conducta apropiada.
Debemos saber que casi todos los programas que encontramos en la televisión nos pueden aportar algo, siempre que los adaptemos y cojamos lo que nos interese para mostrarlo en el aula. A menudo podremos sacar un par de minutos que aporten algo a algún tema, pero siempre teniendo en cuenta la planificación que tenemos en el aula, nunca hacerlo de manera espontánea, siempre planificado y cumpliendo una función, sabiendo que tras hacer el uso de la televisión tenemos que evaluar si hemos conseguido lo que pretendíamos o no.
 Existen países en los que la televisión educativa tiene una gran importancia en el global de la educación, elaborando programas con un único objetivo claro que es el formativo, y a partir de los cuales, ciertos segmentos de la población que difícilmente accederían a la educación, reciben una formación mínima siguiendo de manera constante estos programas educativos con los materiales preparados para trabajar con ellos y siguiendo las lecciones a través de la televisión.
 En nuestro país esto se hace casi exclusivamente con idiomas, en los que si que hay programas que se pueden seguir con sus unidades didácticas perfectamente organizadas y en las que un alumno puede seguir los contenidos desde casa a través de la televisión, pero sería interesante que esto se realizara con muchas mas materias y de manera frecuente, independientemente de las audiencias que tuvieran esos programas, que estarían limitadas a los alumnos que los siguieran.
 Teniendo en cuenta que gracias a la tecnología digital actualmente tenemos cientos de canales de televisión para casi cualquier tipo de contenido: moda, series, deportes, películas, bricolaje, reportajes etc., y que en algunos realmente las audiencias no son muy altas, y a pesar de ello siguen en antena, no estaría mal que por parte de los Gobiernos se lanzara una cadena exclusivamente formativa, con programas adaptados a los currículos que las Administraciones Educativas tienen planificados, de manera que cualquier alumno que estuviese interesado pudiese adquirir el material necesario en librerías o por correo, siendo capaz de seguir cursos completos por televisión, pasando los programas correspondientes a una misma lección en varios horarios distintos al día, de manera que se pudiese adaptar a las necesidades  de cada uno de los alumnos, haciendo la enseñanza mucho mas flexible y accesible para ciertas personas que de otro modo estarían apartadas del sistema educativo.



CONCLUSIÓN
Se podrá discutir que los estudios analizan una realidad muy específica como es la telenovela y series de moda de adolescentes, y que es muy pronto para establecer una conclusión definitiva, para generalizar la conclusión, o para extrapolarla a otros aspectos del comportamiento social.
Pero los estudios establecen una base científica desde la cual avanzar en el estudio de la relación entre la televisión y el comportamiento social. Debe también tenerse en cuenta que otros factores también influyeron en la modificación de la conducta reseñada, y ambos estudios lo reconocen, aunque destacan como principal la influencia de la TV.
En mi opinión personal, la conclusión del estudio más que “concluir” el asunto, deja abierto el camino para una serie de aspectos que sin duda serán motivo de debates y discusiones en un futuro no demasiado lejano.
Debates y discusiones que sin duda abarcarán diversos factores que van desde lo político hasta lo moral y ético; y que seguramente incluirán entre otros muchos, conceptos como la libertad individual, la democracia, el libre albedrío, la libertad de expresión, el derecho, la economía, la globalización, el acceso a la tecnología, etc.

Dentro de esa serie de aspectos que pienso quedaran abiertos a discusión como consecuencia de estos estudios, se me ocurren como mas importantes los siguientes.

Luego de realizada la investigación se ha llegado a las siguientes conclusiones:

1. La televisión influye significativamente en el comportamiento del alumnado.
2. Referente a los niveles de conciencia del calidad de televisión, es trivial puesto que consideran muy buena pero por se entretenida.
3. La influencia de la televisión puede ejercerse en la manera de hablar y de vestir de muchos jóvenes que no tienen una adecuada orientación en casa o cerca.
4. Respecto a los niveles de conciencia a los temas violentos, es de agrado estos temas lo cual puede influir negativamente ocasionando estudiantes agresivos y a la defensiva. 
5. La falta de apoyo de su medio obliga un mayor refuerzo en estos puntos ya sea en charlas o programas de orientación tanto para adolescente u adultos.


ANEXOS
Encuesta en blanco

CENTRO UNIVERSITARIO DE TIJUANA
NORMAL DE EDUCADORAS
HERRAMIENTAS BÁSICAS DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
SEGUNDO SEMESTRE
TEMA: COMO INFLUYE LA TELEVISIÓN EN LA EDUCAIÓN DE LOS NIÑOS

1.- ¿Ves Televisión?
a) Si                  b) No            c) A veces
2.- ¿Cuanto tiempo le dedicas a la tv?
a)1                   b)2 a 4          c)5 a 7               D)7 mas
3.- ¿Ves la televisión antes o después de hacer la tarea?
a) Antes         b) después          c) durante         
4.- ¿La mayoría del tiempo que programas miras en televisión?
a) Caricaturas      b) Noticias        c) Películas     d) Cultura
5.- ¿De quien es la orientación adulta para el  alumno referente a programas televisivos?
a) Maestros    b) Padres    c) Amigos     d) Familia     e) Otros:_______
6.- ¿La tv influye en tu comportamiento en el área escolar?
a) Si              b) No              c) Tal vez
7.- CUAL ES SU OPINION PERSONAL SOBRE LA INFLUENCIA DE LA TELEVISIÓN




FOTOGRAFIAS

















REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
•Cebrián DS, M. (A1): "La interpretación de los mensajes televisivos por la infancia", Comunicación, lenguaje y educación. (1991)

• Rogoff,B (A2) Aprendices de pensamiento. (1993)

• García T., M., (A3) Los programas de televisión y la conducta del niño (1999),

•Trejos, Dittiel. (A4) La televisión como recurso humano. 1990.

•Levine, M.(A5), La violencia en los medios de comunicación: cómo afecta al desarrollo de los niños y adolescentes. (1997)

•Teoría del Desarrollo Cognitivo de Piaget (A6) (1993),

•Vilches, (A7) L. La televisión. Los efectos del bien y del mal. 1993

•Muñoz y Pedrero (A8), en Comunicación, La televisión y los niños ,1996

•Greenfield, P(A9). El niño y los medios de comunicación. 1984,

•Schramm, Lyle, Park (A10), Los niños y la televisión

•Uribe, P., Schoefeldt, A., Benavides, S. y Muñoz, P. (A11). La televisión y el aprendizaje en preescolares. Revista de pedagogía FIDE, 1996